La búsqueda de algo único nos llevó a un pueblo indígena donde vimos lo antiguo,
Pudimos admirar la venerable artesanía alfarera de una empresa familiar dirigida por dos hermanos.
Todavía procesan la arcilla necesaria de la misma manera que lo hacían su madre y su abuela.
La bisabuela y sus madres y abuelas; allá en una época que
Fue completamente diferente de lo que conocemos.
En un proceso de cuatro horas, la arcilla se tritura en un mortero con arena.
y agua mezclada y hábilmente moldeada en cuencos por las manos indígenas,
Lo utilizan para hacer jarras, jarrones o tazas. Los tintes naturales provienen de Perú.